Poné play - Discurso de Perón 17 de octubre de 1945

lunes, 20 de julio de 2009

ESPACIOS: PRESENTES , PASADOS...

ROSARIO Y SUS NUEVAS TECNOLOGÍAS
A
A


“New” BALANCE.

“Echemos un vistazo desde aquí
a todo aquello que pudimos rescatar.
Hagamos un balance del pasado
Como socios arruinados
sin rencor”
“NUESTRO BALANCE”
Chico Novarro – 1965



La vida como señal inconclusa de conformación, en realidades muchas veces adversas, en guiños, les permite abrir los ojos, ante nuevas sensaciones, a nuestros sentidos gastados. Y la sensación del eterno ayornamiento, entonces, se desgasta en gracias productivas de nuevas realidades, que permiten sonreír ante la posibilidad tan humana de demostrar que siempre la presencia del sol nos permite una vuelta más.
Los espacios, como globalidad no excluyente de lugares, la naturaleza y la sociedad que se desarrolla en ésta, no dejan nada librado al azar. El tiempo sabe sobre lo demás.
Estos espacios, fruto de una realidad contrastable, de pronto, tras la revolución científico tecnológica, comenzaron a dialogar, en sentidos desconocidos hasta la época, y de pronto lo virtual comenzó a tomar lugares y sacar inmunidad frente a las diferentes otras formas vigentes de comunicación.
Primero, como vía de tránsito para disfrazar códigos militares, para luego abrirse como abanico, sin límites al presente, de posibilidades para hacerse de los distintos tipos de información que rodean el globo. Globo que a partir de estas nuevas propuestas, se ve tildado de pequeña aldea, ya que podemos conocer que nacieron quintillizos en un pueblecito de Bulgaria, con sólo tocar una tecla, más allá de que a cuatro cuadras del propio domicilio, en un asentamiento marginal, mueran chicos por diarrea infantil y lo más factible es que nunca nos contrastemos con ello.
La realidad virtual, valga la contradicción conceptual, ha dejado paso a los “ciber”, nuevos lugares sociales de intercambio, que afloran como los granos durante la cosecha.
La esquina y los bares tradicionales como lugares de reunión, fueron desplazados por los “maxi quioscos” y bares muchos más ornamentales, atendidos por señoritas, y a estos les llegó un cierto Waterloo, con las nuevas formas de comunicación, entre las que podemos destacar el correo electrónico (mail), msn, chat…
Estos últimos son los artífices de esta nueva cultura de la comunicación y la interrelación entre las personas, ya que podemos pasar de comunicarnos con alguien de nuestra cercana cotidianeidad, a cruzar un diálogo intenso con alguna persona, desconocida o no, de cualquier lugar del globo en forma inmediata y por poco dinero. Puedo, con sólo una tecla, abrir a mis pies una oferta de sexo y relaciones de todo tipo, sin moverme de mi hogar o sentado frente a una computadora en la esquina de cualquier casa, ya que a no más de cien metros, seguro habrá un ciber esperando por mí, o por cualquiera que quisiera comunicarse, con la posibilidad única de no exponer, ni siquiera, la voz, como lo hace el teléfono.
Bendita magia la de la tecnología, que permite que las personas se comuniquen y se acerquen un tanto más; maldita magia que agudiza la proliferación de lo impersonal y del individualismo, donde nadie se presenta como lo que es, sino como lo que quisiera, apoyado en la complicidad del anonimato.
Bendita tecnología, que me permite recorrer los museos y las mayores propuestas culturales del mundo, desde una silla, en Rosario, con ojos de mundo; maldita tecnología, que permite, por su disposición, la proliferación de propuestas de paidofilia y de prostitución, en sus diferentes formas.
Hoy, caminar por la ciudad portuaria, es chocarse con los vecinos, con las calles llenas de autos y colectivos en las horas pico, con los nuevos centros comerciales que vinieron y quedan por venir, con las nuevas obras del municipio para embellecer de por sí a una ya bella ciudad. Es encontrarse con un ciber casi con la misma asiduidad que un quiosco o un locutorio.
Es verdad, tal vez, perdimos más de lo que ganamos o viceversa; pero estamos ante una nueva realidad que llegó para quedarse, y tal vez, dentro de unos años, cuando deje de ser furor y pase a ser algo de nuestro cotidiano transcurrir, se trasforme en un fiel escudero a la hora de relacionarnos, trabajar o favorecer nuestros trayectos áulicos en todos lo niveles.
Pero a pesar de todo, sigue siendo un tanto violento ver a un chico o a un joven persiguiendo terroristas, colocando bombas, realizando peleas callejeras o robando coches, para sumar puntos, a la vuelta de cada esquina. Será que lo que está restando puntos es la sociedad que le estamos dejando.
Lo virtual llegó para quedarse. Es una realidad a gritos. Lo que debemos comenzar a discutir es qué pretendemos de esta nueva realidad y cómo la vamos a acompañar, desde los diferentes estratos, para que sea una herramienta de construcción, más que de destrucción.
El Monumento, los vecinos de siempre, nuestras calles que nos vieron crecer, y los nuevos espacios, que no son aquellos viejos que se reformulan; son los nuevos espacios virtuales, que son tan parte de Rosario como los parques y las plazas.
El tiempo sabrá sobre lo que vendrá. Lo importante es preguntarnos si estamos preparados para esta nueva edad de la cultura, para esta nueva edad de la comunicación, para estos nuevos espacios, para esta nueva Rosario.

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