Poné play - Discurso de Perón 17 de octubre de 1945

sábado, 11 de julio de 2009

HONDURAS por Stefanoni.R Bajo

Los riegos del
"golpe benévolo"

Editorial Le Monde Diplomatique -Bolivia- julio 09Las batallas latinoamericanas
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El golpe finalmente llegó. Pero no en Bolivia,Venezuela, Ecuador o Paraguay sino enla pequeña y olvidada Honduras, país queen los años 80 actuó como portaavionesen la guerra sucia estadounidense contrael régimen sandinista en Nicaragua. Y la preguntasurge de inmediato: ¿se trata de ungolpe acotado a la situación interna deesta nación centroamericana, cuyo presidente,Manuel Zelaya, ensayó un curiosopasaje de la derecha conservadora al "populismo"sin una base política-social suficientementesólida y articulada (1)? ¿O estamospresenciando un primer capítulo –en eleslabón más débil de la cadena– de una ofensivade mayores dimensiones de una derechaconservadora desplazada parcialmentedel poder en la última década;tendiente a clausurar el “giro a la izquierda”en gran parte del continente? Llama la atenciónla firmeza y hasta temeridad con la queel gobierno de facto –apoyado por los partidostradicionales, la cúpula empresarial,los grandes medios de comunicación, lacuria católica y una parte no despreciablede la población hondureña– desafió a laOEA en su intento de reponer al presidenteexpulsado del poder en pijama y a punta depistola el día en el que debía desarrollarseuna consulta popular, no vinculante, sobrela necesidad de convocar a una AsambleaConstituyente. El optimismo inicial sobrela posibilidad de restaurar el orden constitucional–impulsado con inédita unanimidadpor la región, en el marco de los cambiosoperados con la administración Obama(Halimi, Pág.36)– se fue desvaneciendofrente a la consolidación de los golpistas enel poder y a su carta bajo la manga: convocara unas elecciones en las que la exclusiónde Zelaya –impedido por la Constitución depostularse a la reelección– deja la vía librea la restauración del poder conservador-oligárquico…por medio del voto popular. Estavez, a diferencia del golpe frustrado contraHugo Chávez en 2002 la Casa Blancacambió de inquilino y Obama condenó elgolpe de Estado. No obstante, como señalael periodista Marcelo Cantelmi en unacolumna del matutino Clarín, el presidentede EE.UU. “puede preguntarse quién enWashington está dando vitaminas a un régimenmínimo, globalmente repudiado y que,en otras circunstancias, una leve brisa esfumaría.Son los mismos sectores ultras quele cuestionaron su ‘debilidad’ con Irán y queatacaron a su gobierno por la leve aperturahacia Cuba”. En síntesis, ¿hasta dónde Washingtonestá comprometido con la restituciónde Zelaya? El devenir de los próximosdías dependerá ahora de la evolución de unincipiente frente popular que ha obligado alrégimen a extremar las medidas represivasy la “estética” del golpe, que, en un primermomento, intentó disimular bajo lafigura de la “destitución constitucional”.

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Una disputa continental
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Y a Honduras se suma una compleja realidadcontinental. En otro pequeño país de la región,Panamá, el dueño de supermercados RicardoMartinelli acaba de asumir la presidencia –sinla presencia de ninguno de los mandatariosprogresistas de la región– con la pretensiónde “desafiar el péndulo ideológico de Latinoamérica”(2). En Paraguay, el Partido Liberal–aliado clave de Fernando Lugo– le retirósu apoyo al Presidente, cuyo programa dereformas se encuentra peligrosamente empantanado,con el riesgo de perder la base popularque lo votó, y su vida personal se vió alte-rada por varios escándalos de paternidad noreconocida mientras era obispo.Las recientes elecciones parlamentariasen Argentina también introducen buenasdosis de dudas. El kirchnerismo –cuyo“modelo” parece bastante lejos de sus pretensionesde radicalidad nacional-popularpero se alineó sin dubitaciones con el bloqueregional del cambio– sufrió una duraderrota electoral que favorece a un conglomaeradode fuerzas a su derecha, fundamentalmenteel peronismo antiK. Sin temora exagerar, es posible interpretar las eleccionescomo una interna abierta peronistapor definir la sucesión presidencial para2011 (3). Y es sintomático que esta derechaque apenas se animó a defender públicamentesu programa (reprivatización, vueltaal FMI, etc.) sí planteó con claridad sus críticasa la participación argentina en el bloqueregional “chavista”. Y a estos inciertosdevenires se suman dudas acerca de laevolución política de Brasil, Chile y Uruguay:de los resultados electorales de este yel próximo año dependerá la consolidaciónde UNASUR como novedoso actor continentaly la posibilidad de avanzar en unnuevo modelo de desarrollo.El entusiasmo sobre el “socialismodel siglo XXI” duró menos del tiempo necesariopara problematizarlo con seriedad yhoy los objetivos parecen más modestos:evitar la erosión del rumbo post neoliberalde gran parte del subcontinente, con sus contradiccionesy ambigüedades no poco numerosas.Una meta que parece tener como condiciónde primer orden el fortalecimientode la deliberación popular (a menudo ahogadapor el reclamo de lealtad acrítica ydemasiadas bocas cerradas), la construcciónde una nueva institucionalidad capaz de articulardemocracia directa y representativa,además de la capacidad para reducir los nivelesde corrupción, alinear la retórica igualitariacon una efectiva mejora de los indicadoressociales, y tener la precaución noconfundir soberbia con radicalidad; o dichode otra menera, consolidar las nuevas relacionesde fuerzas políticas y sociales sin caeren las polarizaciones artificiales (4).De esta forma, América Latina peleauna batalla decisiva. No obstante, el alertadebería no sólo "cerrar filas" sino abrir debates:el pensamiento único es hoy tan malocomo como lo fue ayer.
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1 “Hacia mediados del año pasado, Zelaya tuvo la habilidadde percibir la necesidad de un cambio y empezó avirar su discurso, con un contenido más antioligárquico.Yo creo, sin embargo, que le faltó recorrer laenorme distancia entre las palabras y los hechos. Suacercamiento al presidente de Venezuela, Hugo Chávez,y a las políticas del ALBA despertaron aquí a losviejos fantasmas anticomunistas de la derecha másrecalcitrante. La fuerte reacción en su contra no fuetanto por sus acciones, sino por lo que decía, por eltemor de lo que pudiera hacer”, explicó el periodista yanalista político hondureño Manuel Torres.2 Guido Bilbao, "Abanderado tropicapitalista al mando dePanamá", Crítica de la Argentina, Buenos Aires, 3-7-2009.3 El ex presidente Néstor Kirchner fue derrotado en laprovincia de Buenos Aires por el empresario FranciscoDe Narváez, aliado del alcalde de Buenos AiresMauricio Macri y apoyado silenciosa pero efectivamentepor el ex presidente Eduardo Duhalde. Alrededorde 7 de cada 10 argentinos votaron por opcionesantikirchneristas.4 Un ejemplo de una retórica nacional-popular quegiraba en el vacío fue el intento del gobierno de CristinaFernández de Kirchner de plantear el conflicto con“el campo” como una reactualización tout court delviejo clivaje pueblo/oligarquía.

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